13 Consejos para la Higiene Íntima

[:es]Dra. Andrea Mejías

Dr. Santiago Palacios

Como todas las partes del cuerpo femenino, la vagina requiere de un cuidado especial, y por las características ya conocidas, requiere que este cuidado sea no solo diferente sino que además esté enfocado en no alterar los mecanismos de defensa, que los ginecólogos llamamos flora vaginal normal. Hay que tener en cuenta la diferencia entre la higiene externa y la interna. Todos los expertos recomendamos que la higiene genital se realice externa y no internamente. De igual manera, hay que considerar que, mientras no tenga manifestaciones, dolores o síntomas graves, esta zona necesita de un cuidado especial con el fin de prevenir molestias y enfermedades.

Para lo anterior se deben tener en cuenta las siguientes recomendaciones:

  • Utilizar productos que contengan agentes limpiadores neutros (pH 7) que no alteren el pH de la mucosa genital y no causen irritación ni sequedad.
  • La frecuencia del lavado depende del clima; en clima caliente el lavado debe ser al menos tres veces al día, pero en clima frío el lavado debe ser normal, mínimo una vez al día.
  • Moderar o evitar el uso de desodorantes íntimos. Además de ser potencialmente irritantes y alergénicos, pueden enmascarar el mal olor, síntoma que podría ser indicio de una afección que precise tratamiento.
  • Evitar las duchas vaginales (salvo por prescripción médica) porque pueden eliminar microorganismos necesarios para proteger la vagina y provocar sequedad. Basta con lavar los genitales de manera externa con agua o con un jabón neutro o sin perfume.
  • No utilizar una esponja ni nada similar para limpiar la zona genital porque puede resultar un nido de gérmenes. Se deben utilizar los dedos y pasarlos con suavidad por los pliegues de los labios mayores y menores, y alrededor del clítoris.
  • Luego del baño, secar la zona íntima cuidadosamente con toallas de algodón, secas y limpias. Este procedimiento es fundamental para no aumentar la proliferación bacteriana, fúngica y viral.
  • Es importante que la ropa interior se cambie a diario y se lave con productos poco agresivos y se aclare correctamente. Emplear tejidos de algodón y evitar en lo posible los sintéticos, para facilitar la transpiración.
  • Evitar pantalones y prendas íntimas excesivamente ajustadas, para que no se produzcan rozaduras ni se acumule la humedad.
  • Durante la menstruación cambiar con frecuencia (no esperar más de 4–6 horas) las compresas o tampones. Escoge los que no lleven desodorante.
  • Lavar las manos y la zona genital antes y después de mantener relaciones sexuales.
  • Limpiar siempre la zona perineal de adelante hacia atrás para no arrastrar gérmenes desde el ano hacia la vulva.
  • Cuidado con los rasurados de pubis, ya que pueden producir pequeños cortes en labios y zonas cercanas.
  • Evite el uso de vaselina, alcohol y otros lubricantes de alta resistencia en la zona. Se prefieren a base de agua o de silicona.

Algunos de los primeros síntomas de alteraciones en la flora vaginal son el aumento en el flujo vaginal, cambio en su olor, prurito, edema y dispareunia.[:en]Dra. Andrea Mejías

Dr. Santiago Palacios

Como todas las partes del cuerpo femenino, la vagina requiere de un cuidado especial, y por las características ya conocidas, requiere que este cuidado sea no solo diferente sino que además esté enfocado en no alterar los mecanismos de defensa, que los ginecólogos llamamos flora vaginal normal. Hay que tener en cuenta la diferencia entre la higiene externa y la interna. Todos los expertos recomendamos que la higiene genital se realice externa y no internamente. De igual manera, hay que considerar que, mientras no tenga manifestaciones, dolores o síntomas graves, esta zona necesita de un cuidado especial con el fin de prevenir molestias y enfermedades.

Para lo anterior se deben tener en cuenta las siguientes recomendaciones:

  • Utilizar productos que contengan agentes limpiadores neutros (pH 7) que no alteren el pH de la mucosa genital y no causen irritación ni sequedad.
  • La frecuencia del lavado depende del clima; en clima caliente el lavado debe ser al menos tres veces al día, pero en clima frío el lavado debe ser normal, mínimo una vez al día.
  • Moderar o evitar el uso de desodorantes íntimos. Además de ser potencialmente irritantes y alergénicos, pueden enmascarar el mal olor, síntoma que podría ser indicio de una afección que precise tratamiento.
  • Evitar las duchas vaginales (salvo por prescripción médica) porque pueden eliminar microorganismos necesarios para proteger la vagina y provocar sequedad. Basta con lavar los genitales de manera externa con agua o con un jabón neutro o sin perfume.
  • No utilizar una esponja ni nada similar para limpiar la zona genital porque puede resultar un nido de gérmenes. Se deben utilizar los dedos y pasarlos con suavidad por los pliegues de los labios mayores y menores, y alrededor del clítoris.
  • Luego del baño, secar la zona íntima cuidadosamente con toallas de algodón, secas y limpias. Este procedimiento es fundamental para no aumentar la proliferación bacteriana, fúngica y viral.
  • Es importante que la ropa interior se cambie a diario y se lave con productos poco agresivos y se aclare correctamente. Emplear tejidos de algodón y evitar en lo posible los sintéticos, para facilitar la transpiración.
  • Evitar pantalones y prendas íntimas excesivamente ajustadas, para que no se produzcan rozaduras ni se acumule la humedad.
  • Durante la menstruación cambiar con frecuencia (no esperar más de 4–6 horas) las compresas o tampones. Escoge los que no lleven desodorante.
  • Lavar las manos y la zona genital antes y después de mantener relaciones sexuales.
  • Limpiar siempre la zona perineal de adelante hacia atrás para no arrastrar gérmenes desde el ano hacia la vulva.
  • Cuidado con los rasurados de pubis, ya que pueden producir pequeños cortes en labios y zonas cercanas.
  • Evite el uso de vaselina, alcohol y otros lubricantes de alta resistencia en la zona. Se prefieren a base de agua o de silicona.

 Cuadro higiene íntima

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