Diferencias entre la sexualidad de mujeres y hombres

[:es]Entrevista realizada por Celia Arroyo a Rosario Castaño

rosario-castaño2C.A.: ¿Existen diferencias entre la sexualidad masculina y la femenina?

R.C.: Sí, por supuesto. La sexualidad femenina es más compleja que la masculina, por razones fisiológicas y sociales.

C.A.: ¿A qué se refiere con “razones fisiológicas”?

R.C.: Cuando hablo de razones fisiológicas, me refiero por un lado a los aspectos hormonales y por otro a aquellos relacionados con los órganos sexuales masculinos y femeninos. En la excitación, hay un componente hormonal importante. En los hombres los niveles hormonales permanecen estables mientras que en las mujeres varían a lo largo del ciclo menstrual. Una mujer tiene una carga diferente de estrógenos en cada día del mes, esta variación es responsable por ejemplo de los cambios que algunas mujeres pueden sufrir en el estado de ánimo a lo largo del ciclo menstrual. Respecto a los órganos sexuales, los masculinos son externos, mientras que los femeninos son internos. Esto hace que los hombres suelan conocer mejor el aspecto y funcionamiento de sus genitales que las mujeres.

C.A.: ¿Cuáles son las “causas sociales” a las que se refería anteriormente?

R.C.: La educación sexual de hombres y mujeres ha sido históricamente muy distinta. Hasta hace muy poco la educación sexual de las mujeres ha estado encaminada a satisfacer las fantasías sexuales de los hombres, desatendiendo por completo el deseo de las mujeres que o bien se negaba o se experimentaba con culpa y vergüenza. Afortunadamente esto ha cambiado mucho en las últimas décadas gracias al desarrollo de los derechos universales de la mujer, su conquista de la autonomía, el uso de nuevos métodos anticonceptivos, la separación entre sexo y maternidad y la mayor educación de los hombres en el respeto hacia la mujer. Sin embargo en el inconsciente individual y colectivo persisten algunos lastres. A menudo nos encontramos con mensajes y conductas que ponen límites al deseo sexual femenino. La tiranía de la eterna juventud y de la belleza que rechaza a quien no es joven y atractiva. Muchas mujeres sienten que no pueden expresarse por miedo al rechazo o la vergüenza, por falta de confianza en sí mismas o por ignorancia acerca del funcionamiento de la sexualidad femenina.

C.A.: ¿El hecho de que la sexualidad femenina sea más compleja es una forma de decir que es peor, menos satisfactoria?

R.C.: En absoluto, la sexualidad femenina es más muy rica en matices, lo cual aumenta las posibilidades del placer.

C.A.: ¿Puede comentar algunas de las diferencias entre la manera de experimentar la sexualidad entre hombres y mujeres?

R.C.: Las mujeres dan más valor a los juegos preliminares, a la seducción. Su curiosidad no se queda atrapada en el atractivo físico. Las mujeres se sienten  atraídas por la palabra, buscan la comunicación porque viven la sexualidad con la vagina y con la cabeza. Son expertas en pensar y anticipar el placer, otra cosa es que se atrevan a expresarse con espontaneidad debido a los prejuicios sociales, que todavía los hay, y a la educación recibida en su entorno más personal.

Otra diferencia es que en los hombres hay una relación directa entre el deseo, la excitación y el orgasmo. Mientras que en las mujeres no hay una relación lineal porque hay más factores implicados.

C.A.: ¿Es cierto que las mujeres no saben separar el amor del sexo?

R.C.: No, no es cierto. Tradicionalmente se ha educado a las mujeres para asociar ambos conceptos y eso ha hecho que a diferencia de los hombres, muchas mujeres hayan podido vivir con culpa los encuentros sexuales fuera de una relación amorosa. Sin embargo hoy sabemos que las mujeres pueden disfrutar perfectamente de encuentros sexuales esporádicos desvinculados del amor y las relaciones de pareja. Lo que sí es cierto es que las mujeres necesitan confiar en su compañero sexual, sentirse seguras con él pero esto es muy distinto del amor.

C.A.: ¿Es cierto que las mujeres tardan más en alcanzar el orgasmo que los hombres?

R.C.: Sí, generalmente las mujeres tardan de tres a diez veces más en alcanzar el orgasmo, aunque hay diferencias individuales. El hecho de que las mujeres tarden más en alcanzar el orgasmo tiene precisamente que ver con lo que te comentaba antes de la necesidad de seguridad. Para que una mujer alcance un orgasmo necesita no sólo activar los circuitos cerebrales del placer sino desactivar los del temor y la ansiedad que residen en la amígdala. La mujer necesita sentirse segura y libre de sus preocupaciones, si aparecen sentimientos de temor, éstos bloquean el deseo. Podríamos decir que el recorrido del impulso sexual es más lento porque la mujer necesita primero sentirse segura para que después tenga lugar la excitación y pueda “dejarse ir”. Alcanzar esa sensación de seguridad no depende sólo del compañero sexual, pero es indudable que el comportamiento de éste es un factor importante para conseguirlo.

C.A.: ¿Es cierto que las mujeres pueden tener varios orgasmos seguidos en un breve intervalo de tiempo?

R.C.: Sí, es lo que generalmente se denomina multiorgasmo. El periodo refractario, es decir el tiempo que transcurre entre un orgasmo y otro es menor que el de los hombres, de tal forma que algunas mujeres pueden tener varios orgasmos muy seguidos. En los hombres este fenómeno es mucho menos frecuente y suele estar ligado a la pubertad.

Referencias bibliográficas:

Castaño R. y Palacios S.: Comprender la sexualidad femenina. Amat

Photo credit: <a href=”http://visualhunt.com/”>VisualHunt</a>[:en]Entrevista realizada por Celia Arroyo a Rosario Castaño

rosario-castaño2C.A.: ¿Existen diferencias entre la sexualidad masculina y la femenina?

R.C.: Sí, por supuesto. La sexualidad femenina es más compleja que la masculina, por razones fisiológicas y sociales.

C.A.: ¿A qué se refiere con “razones fisiológicas”?

R.C.: Cuando hablo de razones fisiológicas, me refiero por un lado a los aspectos hormonales y por otro a aquellos relacionados con los órganos sexuales masculinos y femeninos. En la excitación, hay un componente hormonal importante. En los hombres los niveles hormonales permanecen estables mientras que en las mujeres varían a lo largo del ciclo menstrual. Una mujer tiene una carga diferente de estrógenos en cada día del mes, esta variación es responsable por ejemplo de los cambios que algunas mujeres pueden sufrir en el estado de ánimo a lo largo del ciclo menstrual. Respecto a los órganos sexuales, los masculinos son externos, mientras que los femeninos son internos. Esto hace que los hombres suelan conocer mejor el aspecto y funcionamiento de sus genitales que las mujeres.

C.A.: ¿Cuáles son las “causas sociales” a las que se refería anteriormente?

R.C.: La educación sexual de hombres y mujeres ha sido históricamente muy distinta. Hasta hace muy poco la educación sexual de las mujeres ha estado encaminada a satisfacer las fantasías sexuales de los hombres, desatendiendo por completo el deseo de las mujeres que o bien se negaba o se experimentaba con culpa y vergüenza. Afortunadamente esto ha cambiado mucho en las últimas décadas gracias al desarrollo de los derechos universales de la mujer, su conquista de la autonomía, el uso de nuevos métodos anticonceptivos, la separación entre sexo y maternidad y la mayor educación de los hombres en el respeto hacia la mujer. Sin embargo en el inconsciente individual y colectivo persisten algunos lastres. A menudo nos encontramos con mensajes y conductas que ponen límites al deseo sexual femenino. La tiranía de la eterna juventud y de la belleza que rechaza a quien no es joven y atractiva. Muchas mujeres sienten que no pueden expresarse por miedo al rechazo o la vergüenza, por falta de confianza en sí mismas o por ignorancia acerca del funcionamiento de la sexualidad femenina.

C.A.: ¿El hecho de que la sexualidad femenina sea más compleja es una forma de decir que es peor, menos satisfactoria?

R.C.: En absoluto, la sexualidad femenina es más muy rica en matices, lo cual aumenta las posibilidades del placer.

C.A.: ¿Puede comentar algunas de las diferencias entre la manera de experimentar la sexualidad entre hombres y mujeres?

R.C.: Las mujeres dan más valor a los juegos preliminares, a la seducción. Su curiosidad no se queda atrapada en el atractivo físico. Las mujeres se sienten  atraídas por la palabra, buscan la comunicación porque viven la sexualidad con la vagina y con la cabeza. Son expertas en pensar y anticipar el placer, otra cosa es que se atrevan a expresarse con espontaneidad debido a los prejuicios sociales, que todavía los hay, y a la educación recibida en su entorno más personal.

Otra diferencia es que en los hombres hay una relación directa entre el deseo, la excitación y el orgasmo. Mientras que en las mujeres no hay una relación lineal porque hay más factores implicados.

C.A.: ¿Es cierto que las mujeres no saben separar el amor del sexo?

R.C.: No, no es cierto. Tradicionalmente se ha educado a las mujeres para asociar ambos conceptos y eso ha hecho que a diferencia de los hombres, muchas mujeres hayan podido vivir con culpa los encuentros sexuales fuera de una relación amorosa. Sin embargo hoy sabemos que las mujeres pueden disfrutar perfectamente de encuentros sexuales esporádicos desvinculados del amor y las relaciones de pareja. Lo que sí es cierto es que las mujeres necesitan confiar en su compañero sexual, sentirse seguras con él pero esto es muy distinto del amor.

C.A.: ¿Es cierto que las mujeres tardan más en alcanzar el orgasmo que los hombres?

R.C.: Sí, generalmente las mujeres tardan de tres a diez veces más en alcanzar el orgasmo, aunque hay diferencias individuales. El hecho de que las mujeres tarden más en alcanzar el orgasmo tiene precisamente que ver con lo que te comentaba antes de la necesidad de seguridad. Para que una mujer alcance un orgasmo necesita no sólo activar los circuitos cerebrales del placer sino desactivar los del temor y la ansiedad que residen en la amígdala. La mujer necesita sentirse segura y libre de sus preocupaciones, si aparecen sentimientos de temor, éstos bloquean el deseo. Podríamos decir que el recorrido del impulso sexual es más lento porque la mujer necesita primero sentirse segura para que después tenga lugar la excitación y pueda “dejarse ir”. Alcanzar esa sensación de seguridad no depende sólo del compañero sexual, pero es indudable que el comportamiento de éste es un factor importante para conseguirlo.

C.A.: ¿Es cierto que las mujeres pueden tener varios orgasmos seguidos en un breve intervalo de tiempo?

R.C.: Sí, es lo que generalmente se denomina multiorgasmo. El periodo refractario, es decir el tiempo que transcurre entre un orgasmo y otro es menor que el de los hombres, de tal forma que algunas mujeres pueden tener varios orgasmos muy seguidos. En los hombres este fenómeno es mucho menos frecuente y suele estar ligado a la pubertad.

Referencias bibliográficas:

Castaño R. y Palacios S.: Comprender la sexualidad femenina. Amat

Photo credit: <a href=”http://visualhunt.com/”>VisualHunt</a>[:]

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