Dra. Carmen Menéndez
Directora Médica del Instituto Palacios
El mantenimiento del ecosistema vaginal (equilibrio entre los microorganismos que lo componen y el ambiente que les hospeda) es crucial en la prevención de las infecciones vaginales. La integridad del epitelio vaginal, el estado hormonal, el Ph vaginal y la respuesta inmunitaria son los principales mecanismos de control del micro ambiente vaginal frente a las infecciones. Este ecosistema vaginal también se ve influenciado por factores externos (arrastre de microorganismos provenientes del área rectal, relacionados con el coito, comportamientos higiénicos, tabaquismo, o estados de salud ( toma de antibióticos, diabetes, defensas bajas…).
La integridad del ecosistema vaginal frente a las infecciones depende fundamentalmente de un grupo de microorganismos gram positivos llamado lactobacilos. Los lactobacilos vaginales son los microorganismos dominantes, más del 90% de la microflora vaginal de la mujer, durante su etapa fértil.
¿Por qué son frecuentes las infecciones ?
Cuándo la concentración de estos lactobacilus decae por diversas circunstancias, microorganismos vaginales saprófitos y/o de origen exógeno (del intestino, de las vías urinarias, etc…) proliferan de tal forma que llegan a ser dominantes y se hacen patógenos.
Durante la menopausia el déficit estrogénico condiciona unos cambios vaginales tanto morfológicos (sequedad vaginal, atrofia genital) como fisiológicos (pérdida del fluido vaginal, disminución de los lactobacilos y alcalinización del ph vaginal) que facilitan las infecciones.
¿cuáles son las infecciones más frecuentes?
1.- Infecciones por enterobacterias
Son muy frecuentes y son debidas a contaminación o arrastre de gérmenes desde el área anal o perianal que proliferan fácilmente en el entorno vaginal alcalino. Suelen ser asintomáticas. Solo se tratan si dan síntomas y responden a los antibióticos
2.- Vaginosis bacteriana
Es de origen polimicrobiano, de origen vaginal (garnerella vaginalis, anaerobios) y al contrario de las candidiasis suelen cursar sin signos ni síntomas inflamatorios. Es característico el flujo vaginal maloliente, como a pescado estropeado, de color blanco grisáceo y, a veces, espumoso. Un cultivo del flujo nos confirma el diagnóstico. Su tratamiento médico puede ser oral o local (gel, óvulos) . El metronidazol o la clindamicina son los fármacos más eficaces en este tipo de infecciones
3.- Por hongos o vaginitis candidiasica
Los síntomas de estas infecciones por cándidas son bastantes fáciles de reconocer y su clínica es muy expresiva: picor genital, flujo espeso y blanquecino que puede acompañarse de irritación y quemazón vulvar, dolor en las relaciones sexuales y molestias externas al orinar. La intensidad de estos síntomas varian de unas mujeres a otras.
Los síntomas son de gran ayuda debido a sus características, y el diagnóstico se confirma mediante un examen directo del flujo obtenido de la vagina , se visualizan las esporas y micelios del hongo en el microscopio, o realizando un cultivo. Habitualmente el tratamiento médico es tópico y, por lo tanto, de fácil aplicación. Estas medicaciones se presentan en forma de óvulos o cremas. En algunos casos necesitaremos añadir antifúngicos orales. El empleo tópico o local de derivados azólicos (Clotrimazol, nitrato de miconazol, ketonazol u otros), es efectivo en el 80-90% de los casos.
¿Cómo se previenen?
El mantenimiento de un buen trofismo de la vagina (prevención o tratamiento de la atrofia genital), así como evitar en la medida de lo posible los factores predisponentes o facilitadores son las claves en la prevención y/o tratamiento de las infecciones vaginales.
Factores de predisposición a este tipo de infección
– Utilización rutinaria de salvaslips o de prendas de vestir muy ajustadas o sintéticas como los vaqueros o braguitas tangas, etc..
– Toma de antibióticos.
– El calor o sudor excesivo, baños frecuentes y la humedad en la zona genital
– Enfermedades como la diabetes, estrés o tabaquismo
– La higiene extrema genital o lavados frecuentes con sustancias o jabones perfumados.
– Mala higiene genital
Tampoco debemos de olvidar la importancia que tiene seguir una serie de recomendaciones sencillas y básicas para evitar o tratar este tipo de infecciones:
Recomendaciones de interés
– Utilizar soluciones de higiene íntima de PH ácido
– Evitar el uso de salvaslips, ropa ajustada o sintética, en el área genital
– Utilizar prendas íntimas de algodón
– Usar ropa holgada
– Evitar los lavados vaginales
– Mantener una buena higiene genital para evitar contaminación fecal
– No automedicarse y consultar al ginecólogo en presencia de síntomas
– Cumplir con el tratamiento indicado
– Uso de lactobacilos como agentes probióticos para ayudar a mantener el ecosistema vaginal puede ser una alternativa terapeútica a tener en cuenta para prevenir este tipo de infecciones.
– La aplicación local con estrógenos (óvulos, crema, gel..) es la opción de elección en la prevención y/o tratamiento de la sequedad vaginal y atrofia genital, ambas situaciones favorecen la aparición de infecciones.
Si desea obtener más información, puede ponerse en contacto con los profesionales del Centro Médico Instituto Palacios a través de su página web