La hormona del deseo

Dr. Santiago Palacios.

Director del Instituto Palacios de Salud y Medicina de la Mujer.

Madrid.

Revista MG.

La mujer y el sexo

Desde hace más de diez años venimos observando una considerable evolución en la forma en que las mujeres perciben y expresan su sexualidad. Cada vez más mujeres mayores de cuarenta años y que tienen dudas sobre su vida sexual acuden a nuestras consultas: les preocupa e inquieta las dificultades y los problemas a los que se enfrentan en su forma de vivir el sexo, ya que lo consideran una parte importante y muy significativa de sí mismas.

Los ginecólogos hemos tenido que estudiar detalladamente el mecanismo de las hormonas femeninas, para así entender el funcionamiento de la respuesta sexual de la mujer.

Las hormonas sexuales femeninas

El estrógeno es la hormona sexual femenina más importante. Suele acompañar a la serotonina, la oxitocina, la dopamina y otras sustancias químicas que ayudan a la sensación de bienestar. El estrógeno va de la mano de la progesterona que, aún siendo ésta menos importante, sirve para regular y contrarrestar algunos efectos de los estrógenos. El estrógeno es responsable de la excitación, de la sensación de bienestar y plenitud, entre otras funciones.

La testosterona es la hormona masculina más característica y es la responsable de la energía física, el humor, el tono muscular, la fuerza y el impulso agresivo. No obstante, también es una hormona segregada por los ovarios y las glándulas suprarrenales de las mujeres (aunque en menor proporción que en el hombre) y su presencia contribuye a despertar el deseo sexual, tanto en hombres como en mujeres. La testosterona es la responsable de los mecanismos de seducción,  interviene en el juego sexual previo y en la capacidad para atraer y cautivar a la pareja sexual.

La cantidad de hormonas sexuales va cambiando durante la vida de la mujer, alcanzando su plenitud durante la pubertad y su menor nivel tras finalizar la menopausia. Con la edad y debido a estos cambios hormonales,  la vagina se vuelve menos elástica y va perdiendo ese color rosado tan característico, la lubricación va siendo menor y las contracciones del orgasmo también son menos intensas. Se tarda más tiempo en  conseguir  excitación y en llegar al punto crucial del orgasmo, pero no se pierde nunca la posibilidad de experimentar el placer físico sexual.

La respuesta sexual en la mujer

Las mujeres tienen una respuesta sexual a nivel fisiológico muy similar a la de los hombres: experimentan, como ellos, deseo, excitación, orgasmo y por último la sensación de bienestar físico. Sin embargo, existen algunas diferencias que conviene tener en cuenta para entender mejor la sexualidad femenina. Así, en esta respuesta sexual femenina interviene, no sólo la excitación física, genital u objetiva, sino también la excitación subjetiva. Por tanto, los trastornos del deseo sexual o de la libido en la mujer no siempre son debidos a factores biológicos.

Tipos de trastorno sexuales

Para que una alteración sexual se defina como un trastorno, debe causar preocupación personal.

  • Trastorno del Deseo Sexual Hipoactivo: hace referencia a la deficiencia o ausencia recurrente de fantasías, pensamientos sexuales y/o deseo o receptividad a la actividad sexual.
  • Trastorno de Excitación Sexual: incapacidad persistente o recurrente de alcanzar o mantener la excitación sexual suficiente, lo que podría expresarse como falta de excitación subjetiva o genital (lubricación, hinchazón) u otras respuestas somáticas.
  • Trastorno orgásmico: dificultad persistente o recurrente, retraso en o ausencia de orgasmo después de una estimulación y excitación sexual suficiente.
  • Dispareunia: dolor genital recurrente o persistente asociado al coito.
  • Vaginismo: espasmo involuntario recurrente o persistente de la musculatura del tercio externo de la vagina que interfiere en la penetración vaginal.

¿Cómo se abordan los problemas del deseo sexual en una Unidad de Disfunción Sexual?

Esta unidad dispone de varios especialistas, tales como sexólogos, ginecólogos, psicólogos clínicos y enfermeras especializadas en terapias sexuales. Se intenta dar una visión global del problema, de tal manera que se puedan estudiar todos los aspectos que afectan, por lo general, a la vida sexual individual y de pareja.

Las pruebas que suelen hacerse en estas unidades no sólo se basan en un examen físico y en técnicas de laboratorio, sino que tienen en cuenta los criterios subjetivos y la salud sexual auto-percibida de la paciente y su pareja sexual. Para ello se recurre a dos cuestionarios, uno sobre función sexual y otro sobre preocupación sexual, además de realizar una entrevista clínica, que es de suma importancia.

Opciones de Tratamientos

Dentro de los tratamientos farmacológicos cabe destacar la terapia de estrógenos, la terapia de testosterona, la tibolona, la medicación contra el dolor y los anti-depresivos. También existen tratamientos físicos locales, como los lubricantes, la fisioterapia y los aparatos para la dilatación vaginal.

En cuanto a los tratamientos psico-sociales, destacaremos el trabajo corporal, la terapia individual breve, la terapia sexológica individual y de pareja y las intervenciones sociales.

Recientemente ha salido al mercado un parche transdérmico de testosterona para tratar el trastorno del deseo sexual hipoactivo. Sin embargo, la Agencia Europea de Medicamentos (EMEA) sólo ha autorizado su uso para mujeres que se les han extirpado los ovarios (ooforectomizadas) y que, como consecuencia de esta extirpación, no tienen pensamientos ni deseos sexuales, produciéndoles malestar. La dosis diaria recomendada de testosterona para el tratamiento de este trastorno es de 300 microgramos. Para alcanzar esta dosis, el parche se aplica dos veces por semana de forma continuada. El parche debe remplazarse por uno nuevo cada 3-4 días y se deben alternar los lugares de aplicación, dejando un intervalo de 7 días como mínimo entre aplicaciones en una misma zona. Sólo se puede llevar un parche a la vez.

Como puedes ver, existen diferentes opciones muy eficaces para tratar los trastornos sexuales. Contrariamente a como se pensaba hace años, llegar a cierta edad no supone renunciar a vivir una sexualidad madura y plena. Acude a tu especialista, él podrá recomendarte la mejor opción.

Instituto Palacios de Salud y Medicina de la Mujer. Madrid.   http://www.institutopalacios.com

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