¿Cómo es la sexualidad de las mujeres cuando entran en la madurez? Contestar a esta pregunta no es asunto sencillo. Puede ser de muchas maneras, tantas como mujeres maduras haya. Porque la sexualidad es la expresión de una serie de deseos, vivencias, estados físicos y psíquicos que tienen que ver con cómo nos relacionamos con nosotros mismos y con los demás.
Cada mujer piensa y siente el sexo de manera distinta, por lo que podemos encontrar una extraordinaria variedad de comportamientos sexuales a cualquier edad.
Sin embargo, sí podemos afirmar que, con el paso de los años, nuestro cuerpo, uno de los ejes en los que se asienta nuestra sexualidad, cambia para todas. Sirva como ejemplo que mientras que la esperanza de vida varía de unos países a otros, la llegada de la menopausia (en torno a los 50-51 años) es la misma independientemente del lugar del mundo en el que nos encontremos. Por tanto, podemos afirmar que los cambios que se producen en el cuerpo cuando abandonamos la edad fértil son algo común a todas las mujeres. Lo que no es común es cómo vivimos esos cambios. Eso va a estar marcado por diversos factores como la personalidad, la autoestima o el entorno social.
Me viene a la memoria Samantha, el personaje al que daba vida Kim Cattrall en la serie ‘Sexo en Nueva York’. Samantha es una mujer que disfruta activamente del sexo de una manera liberal. Un día se descubre una cana en el vello púbico y eso le produce un enorme impacto emocional. Decide entonces afeitarse el vello púbico para que su amante, 20 años más joven que ella, no se dé cuenta de que algo en ella ha envejecido. Desde el punto de vista de la sexología podemos decir que la autoestima sexual de Samantha se ha visto afectada por la aparición de un signo del envejecimiento.
Lo cierto es que es un milagro cómo las mujeres preservan su autoestima con el paso de los años, teniendo en cuenta que vivimos en una sociedad dominada por la imagen, donde lo joven es hermoso, sexualmente deseable, mientras que parece que hay algo obsceno en mostrar la pasión de una pareja madura.
A las mujeres nos bombardean con cánones de belleza inalcanzables, plasmados es fotografías de las que incluso las más guapas se quejan del retoque de Photoshop. Una sociedad que no permite el defecto. ¿Cómo es posible que las mujeres maduras preserven su autoestima o que incluso sea superior a la de las más jóvenes? Con la madurez aumenta el autoconocimiento y la confianza en las propias habilidades. Las mujeres maduras se conocen mejor, saben quiénes son, cuáles son sus destrezas y sus puntos débiles, saben qué les gusta y tienen mayor capacidad de tomar decisiones.
Con la llegada de la menopausia muchas mujeres experimentan cambios en su sexualidad. El descenso de los estrógenos puede producir sequedad vaginal, picor o dolor durante la penetración, mientras que la disminución de los niveles de progesterona puede conllevar disminución del deseo sexual y dificultades para alcanzar el orgasmo.
Volviendo al personaje de Kin Cattrall, en ‘Sexo en Nueva York 2’ Samantha afronta la menopausia con un tratamiento hormonal, que le es requisado en Abu Dabi, lo que trae consigo escenas cómicas y entrañables que dejan entrever cómo se adapta a esta nueva etapa de su vida. Pocas veces en el cine hemos escuchado un relato sobre la menopausia desde un punto de vista positivo y es que Samantha, tras consultar con su médico, sigue haciendo la misma vida y disfrutando del sexo como solía.
Sin embargo, muchas mujeres en la madurez consultan por la disminución del deseo y la insatisfacción en sus relaciones sexuales. ¿Hasta qué punto podemos atribuir lo que está sucediendo a factores hormonales? Es importantísimo que consulten estos problemas con su ginecólogo, pero a menudo hay muchos más factores implicados. Es importante saber: ¿Tienen pareja estable? ¿Y si tienen pareja estable en qué momento de la relación se encuentran? ¿Cuántos años llevan conviviendo juntos? ¿Cómo se comunica la pareja? ¿Cómo eran sus relaciones sexuales antes de que se presentasen los problemas?
No es lo mismo una relación que acaba de comenzar que una que lleva a sus espaldas 20 años de convivencia. La intensidad del deseo no es la misma. Si no, que se lo digan a Meryl Streep en ‘Los puentes de Madison’. Una mujer, que no espera ya grandes sobresaltos en el amor ni en el sexo, se cruza con Clint Eastwood, y es a través de la mirada de este que vuelve a sentirse deseada. Podríamos decir que el encuentro con el personaje de Eastwood aumenta su autoestima sexual.
En el comienzo de una relación de pareja descubrimos al otro y es precisamente en la curiosidad donde reside el deseo. A menudo el deseo muere en la vergüenza y la culpa, porque son las que frenan la curiosidad. Y en eso hay que reconocer que la madurez ayuda. Las personas, con la edad, van perdiendo la vergüenza y el miedo a expresar lo que piensan y lo que quieren sin importar el qué dirán. Eso es lo que me gusta del anuncio de ING Direct en el que una mujer de avanzada edad pide a sus hijos que la lleven a una playa nudista, pues sólo ha visto desnudo a su marido y tiene curiosidad.
¡Las cosas que no hacemos ni decimos por miedo al qué dirán! Esas sí que matan el deseo, y no el paso de los años. Las personas cambiamos con los años y es lógico que nuestra sexualidad cambie. Tenemos que reinventarla. Lo que nos servía a una edad puede no servirnos 20 años después. Lo que nos excitaba en los primeros años de relación puede cambiar 15 años después. Si nos desprendemos de la pereza y la monotonía, es probable que encontremos nuevas y satisfactorias maneras de vivir nuestra sexualidad.
Recuerda:
- Consulta con tu médico cualquier preocupación que tengas sobre tus relaciones sexuales.
- Los cambios fisiológicos que se producen durante el climaterio y la menopausia pueden afectar a tu calidad de vida y a tus relaciones sexuales; sin embargo, hay tratamientos para paliar los síntomas.
- Con la madurez, nos conocemos mejor y sabemos lo que queremos y necesitamos, al mismo tiempo que tenemos menos miedos y vergüenzas a la hora de expresarlo.
- La satisfacción en las relaciones sexuales con una pareja estable depende de muchos factores que, en muchos casos, al ser analizados con la ayuda de un profesional, dan sentido a lo que está preocupando a cada uno de la pareja.
- Con el paso de los años, cambiamos física y psíquicamente, y por tanto es normal que nuestra sexualidad cambie también, pero esto no significa que se pierda el deseo con la edad.
Psicóloga y psicoterapeuta