Entrevista realizada por Celia Arroyo a la Dra. Carmen Menéndez
C.A.: ¿Doctora, podría explicarnos qué es la menopausia?
C.M.: La menopausia es el día de la última regla de la mujer y, por tanto, es el final de la etapa reproductiva. La reserva folicular se agota y se produce un notable descenso de los niveles de estrógeno. Desde el punto de vista médico, decimos que una mujer ha entrado en la menopausia cuando han pasado 12 meses desde su última menstruación.
C.A.: ¿Entonces estamos hablando de un hito normal en el desarrollo de la mujer?
C.M.: Sí, es un proceso fisiológico completamente natural.
C.A.: ¿Y por qué se habla de tratamientos para la menopausia si no es una enfermedad?
C.M.: Como te decía, la menopausia es un proceso completamente natural por el que van a pasar todas las mujeres. Lo que sucede es que implica un cambio hormonal que conlleva un cambio en el estatus de salud. Con la llegada de la menopausia se produce una disminución de los niveles de estrógeno. Los estrógenos son nuestros grandes protectores durante la etapa reproductiva. Para que te hagas una idea, desde el punto de vista biológico, el embarazo es una situación de sobrecarga muy grande. Durante el embarazo hay más riesgo de infarto, hipertensión, trombosis y, generalmente, no nos pasa nada y ello se debe a que los estrógenos nos protegen. Con la llegada de la menopausia, perdemos esa protección que nos proporcionaban los estrógenos y, desde el punto de vista biológico, nos volvemos más vulnerables, aumenta el riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares, dolores osteomusculares y osteoporosis. Es importante comprender que estos cambios no se producen de un día para otro, hay una etapa transicional que es lo que llamamos perimenopausia o climaterio, que es el tiempo durante el cual se produce esa transición, que suele durar entre uno y cuatro años. Esta etapa es fundamental, pues la bajada de estrógenos conlleva ciertos síntomas que pueden variar mucho de una mujer a otra. El 75% de las mujeres presentan algún síntoma y en un 25% de estas los cambios repercuten muy negativamente en su calidad de vida. Cuando hablamos de tratar la menopausia nos referimos a aplicar tratamientos que disminuyan los síntomas del climaterio que, en ningún caso, puede considerarse una enfermedad pero la medicina también ha de estar al servicio de preservar la calidad de vida.
C.A.: ¿Cuáles son los síntomas del climaterio?
C.M.: Los más habituales son los sofocos, la sudoración profunda, cambios en los patrones de sueño y cambios en los estados de ánimo, lo que denominamos labilidad emocional. También se producen cambios en la vulva y la vagina como atrofia, sequedad y problemas genitourinarios. Por ejemplo, muchas mujeres refieren dificultades en la capacidad de lubricar, lo que produce dolor en las relaciones sexuales y disminución del deseo sexual.
C.A.: ¿Todas las mujeres presentan estos síntomas?
C.M.: No, un 25% de las mujeres hace la transición sin presentar síntomas.
C.A.: ¿Una vez que se completa la transición a la menopausia los síntomas desaparecen?
C.M.: Generalmente sí, aunque hay un 5% de mujeres que presentan sintomatología de por vida.
C.A.: ¿En qué consisten los tratamientos para los síntomas del climaterio?
C.M.: El mejor tratamiento es la terapia hormonal con estrógenos y, en la mayoría de las mujeres, con progesterona. La progesterona no es necesaria en las mujeres a las que se les ha extirpado el útero. Los tratamientos tienen que ser siempre personalizados, en función de los síntomas que presente la mujer. Por ejemplo, si una mujer se encuentra bien y no presenta síntomas vasomotores, solamente tiene problemas de sequedad y molestias vaginales, entonces lo que necesita en un tratamiento de estrógenos locales, que consiste en pequeñas dosis de estrógenos que se aplican a nivel vaginal dos o tres veces por semana.
C.A.: ¿Por qué hay tanta polémica en torno a los tratamientos hormonales?
C.M.: Los tratamientos hormonales han tenido muy mala prensa porque se han asociado a un aumento de la probabilidad de padecer cáncer de mama. Sin embargo, hoy sabemos que hay una ventana de seguridad de cinco años de uso a partir de la edad media de la menopausia.
C.A.: ¿Cuándo es conveniente aplicar la terapia hormonal?
C.M.: Los tratamientos hay que aplicarlos cuando hay síntomas, no tienes sentido aplicarla si la mujer se encuentra bien o presenta pequeñas molestias que no afectan a su calidad de vida. Los tratamientos deben ser siempre individualizados, adaptados a las necesidades de cada mujer. Las dosis de estrógenos deben ser bajas e irán descendiendo conforme vayan descendiendo los síntomas. Otro factor importante es que deben aplicarse cuando comienzan los síntomas, no tiene sentido comenzar un tratamiento hormonal en una mujer que lleva 10 años con sintomatología porque ese cuerpo ha perdido la memoria estrogénica.
C.A.: ¿Qué pasa con ese 5% de mujeres que presenta síntomas de por vida, pueden seguir la terapia hormonal indefinidamente?
C.M.: A partir de ese momento, hay que valorar el estado de la paciente y consensuar con ella el tratamiento informándole de los riesgos que tiene el tratamiento hormonal a largo plazo. Se pueden utilizar tratamientos alternativos a la terapia hormonal como el extracto de polen o las isoflavonas, que tienen una acción estrogénica bajita, y antidepresivos, que en dosis bajas pueden también mitigar los sofocos. También es muy importante para estas mujeres llevar un estilo de vida saludable, realizar ejercicio, llevar una dieta sana y evitar el sobrepeso. Todos estos factores ayudarán a controlar los síntomas vasomotores de la menopausia.
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