14 de febrero: Día europeo de la Salud Sexual
Entrevista realizada por Celia Arroyo a Rosario Castaño
C.A.: El 14 de febrero es conocido por todos como el día de San Valentín, pero lo que muchos desconocen es que se celebra el “Día Europeo de la Salud Sexual”. ¿Qué entendemos por “salud sexual”?
R.C.: Salud sexual es un término reciente. Ha empezado a utilizarse desde que la sexualidad forma parte de los ámbitos sanitarios, es decir, desde que el sexo se ha despojado, o más bien se ha empezado a despojar, de todas las connotaciones morales, religiosas e ideológicas para entrar en el ámbito de la salud.
C.A.: ¿Cree usted que estamos empezando a despojar el sexo de todos los tabúes que históricamente lo han acompañado?
R.C.: La sexualidad y la actividad sexual están rodeadas de cultura, ideología, religión, política y todo tipo de connotaciones míticas, con lo cual sigue siendo un terreno bastante complejo. Estamos deconstruyendo unos mitos al mismo tiempo que construimos otros. Pero lo realmente importante es que hemos conseguido que la sexualidad pase a considerarse un aspecto de la salud.
C.A.: Es posible que muchos lectores relacionen la salud sexual con la prevención de enfermedades de transmisión sexual. ¿Es de eso de lo que estamos hablando?
R.C.: Es de eso y de mucho más. Es cierto que en lo primero que tendemos a pensar cuando hablamos de salud, sea en el ámbito de la sexualidad o en cualquier otro ámbito es en el cuerpo, pero la salud como apunta la OMS no es sólo la ausencia de enfermedad sino un estado de bienestar físico, psicológico y social.
C.A.: Me estoy acordando de un capítulo de la serie “Masters of Sex” en el que unos padres llevan a su hija al ginecólogo, concretamente a la consulta del Dr. Masters. La chica tiene 18 ó 19 años y le han practicado varios abortos. Sus padres le piden al Dr. Masters que la esterilice porque hay algo malo en ella, porque es “una viciosa”. Imagínate, él se niega a esterilizarla y habla con ella, la chica está emocionalmente destrozada, realmente cree que hay algo malo en ella, en ese momento no se conocía la adicción al sexo. Masters la tranquiliza y en lugar de esterilizarla le da un método anticonceptivo. ¿Cree que es un ejemplo de salud sexual?
R.C.: Sí, es un muy buen ejemplo de lo complejo de la sexualidad, tan ligada a los aspectos emocionales, éticos, religiosos, etc. De hecho podemos considerar a William Masters (discípulo de Kinsey) y Virginia Johnson los pioneros de la salud sexual. Y no fue una tarea fácil, el trabajo de Masters y Johnson fue tildado de obsceno y pornográfico en sus inicios y como resultado, Masters fue expulsado de la universidad de Washington y tuvo que financiar sus propias investigaciones. El primer libro que publicaron, La respuesta sexual humana, no gustó a gran parte de la comunidad científica, sin embargo fue un Best Seller entre el público general, porque la gente quería saber de sexo. Master and Johnson fueron los precursores de la terapia sexual y ayudaron a muchas parejas.
C.A.: ¿Quiénes son actualmente los profesionales responsables de velar por la salud sexual?
R.C.: Médicos, psicólogos, sexólogos y también educadores.
C.A.: Cuando hablamos de médicos, entiendo que nos referimos fundamentalmente a los ginecólogos. ¿Es así?
R.C.: En el caso de las mujeres sí, pero no nos olvidemos que los hombres ya están empezando a considerar al urólogo como “el médico de cabecera de su salud sexual”, al que se puede consultar y al que se debe acudir para tener hábitos de prevención y para resolver problemas.
C.A.: ¿Cuáles son las principales consultas que realizan hombres y mujeres en relación a la salud sexual?
R.C.: Las principales demandas están relacionadas por un lado con esa parte fisiológica que has señalado y que está fundamentalmente ligada con prevención y tratamiento de enfermedades de transmisión sexual y contracepción y por otro lado con el placer. Hay muchas consultas que tienen relación con dificultades o inhibiciones en el terreno sexual; por ejemplo dificultades para conseguir el orgasmo, eyaculación precoz, vaginismo… pero yo creo que la salud sexual va mucho más allá de todo eso. Las personas cuando consultan suelen hacerlo por un síntoma concreto pero lo que les preocupa es algo que trasciende lo físico, porque cuando hay una dificultad en el terreno sexual aparecen problemas emocionales, de relación de pareja, de autoestima, de confianza en uno mismo.
C.A.: ¿Cuál es la función de los educadores en la salud sexual?
R.C.: El ámbito escolar es fundamental en toda de educación sexual, porque en el sexo hay muchas influencias de género y muchos niños y niñas cuando llegan a la adolescencia ya tienen establecido todos los estereotipos de género que van a determinar su sexualidad, a veces obligándoles a vivirla como creen que deben sentirla y no como la sienten verdaderamente.
C.A.: ¿Tenemos conciencia de la salud sexual?
R.C.: Yo creo que la salud sexual tiene las mismas dificultades que hay en todos los ámbitos de la salud, tenemos mucha dificultad para detectar realmente lo que nos pasa, sólo aceptamos que nos está pasando algo cuando sufrimos. Una de las mayores dificultades en el ámbito de la sexualidad es que ésta se vive en una especie de disociación, negando lo que nos está pasando, desconectados del cuerpo y de las emociones que nos produce. No tenemos una educación que nos incite a preguntarnos ¿Qué me está pasando? Muchas veces se le echa la culpa a la pareja cuando hay alguna dificultad en el sexo, lo que dificulta aún más la toma de conciencia de las propias dificultades.
C.A.: ¿Cómo podríamos describir, si es que es posible, a una persona sexualmente sana?
R.C.: Es una definición muy compleja, pero yo creo que una persona sexualmente sana es una persona que está a gusto consigo misma, que es consciente de sus deseos, que se siente bien y que es espontánea en la intimidad, que no se siente inhibida, que cuando tiene un orgasmo tiene un orgasmo no solamente físico sino también emocional. Una persona sexualmente sana es la que siente que hay una conexión física y emocional con la pareja sexual y que en una relación de pareja estable puede aceptar diferentes etapas de la relación: la intensidad de la pasión del principio, la aparición de la ternura en el largo plazo, y puede ir aceptando una serie de modificaciones, puede tolerar un poco la frustración que supone el entrar en la realidad cuando tiene una relación de pareja y no quedarse atrapada en los mitos románticos.
C.A: Me he quedado con ganas de preguntarle muchas cosas, cosas que como persona, como mujer y como psicoterapeuta me preocupan mucho y tienen que ver con esa deconstrucción de ciertos mitos en torno al sexo que se sustituyen por otros que también causan mucho sufrimiento. ¿Le parece que hablemos de ello en las próximas semanas?
R.C.: ¡Claro!, yo también creo que es un tema muy interesante.
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