Dra. Cristina Braña
Muchas mujeres desde que son pequeñas, quieren ser madres como respuesta un instinto.
La cruda realidad es que hay una edad biológica límite, establecida para ser madre y, a partir de ese momento, la reserva ovárica de la mujer puede estar comprometida. Actualmente retrasamos la maternidad porque, entre otros motivos, la población femenina considera que una mujer con 40 años aún es joven para ser madre.
Una de cada tres españolas considera que aún hay tiempo para quedarse embarazada incluso hasta los 45 años, lo que es un grave error y, además, los medios de comunicación nos bombardean con casos de personajes muy conocidos que deciden ser madre a los 46 años transmitiendo un mensaje equivocado.
Por lo tanto, las mujeres de más de 35 años pueden sentirse jóvenes para multitud de actividades, pero el hecho, es que nuestros ovocitos no lo son. Las probabilidades de embarazo van disminuyendo rápidamente a partir de los 35 años a la vez que aumentan las posibilidades de sufrir un aborto. A ello hay que sumarle que por encima de los 40 años, se incrementan los riesgos de sufrir otros problemas durante el embarazo, como son la diabetes gestacional y la hipertensión gestacional entre otras, que pueden llegar a ser potencialmente graves tanto para la madre como para el bebé.
Se estima que una pareja dónde la edad de la mujer es >35 años y llevan 6 meses intentando embarazo sin éxito, debe acudir a revisar su fertilidad.
Revisión Fertilidad
Inicialmente, se haría un estudio a ambos miembros de la pareja, que constaría, entre otras pruebas, de una analítica hormonal de sangre y ecografía, para ella y un análisis del semen del varón.
La mejor opción es ponerse en manos del especialista que estudiará vuestro caso en profundidad valorando que tipo de tratamiento está indicado.
Si por el contrario decides retrasar tu edad de maternidad debes saber que existe la opción de vitrificar óvulos, si es posible antes de los 35 años. Aun así, debes hacerlo con una edad adecuada para que no se vea afectada ni la cantidad ni la calidad de los mismos.
Preserva tu fertilidad y no renuncies al deseo de ser madre.