Dra. Cármen Menéndez
Directora Médica de la clínica Instituto Palacios
Esther acudía a mi consulta una vez al año para su control ginecológico y mamario. Durante uno de esos controles observé, a través de la ecografía mamaria, una pequeña imagen ubicada en la mama derecha que no me gustó. Su estudio posterior confirmó que era un cáncer de mama, afortunadamente en estadio muy temprano, y hoy en día ya superado, ella tenía 45 años de edad y de esto hace ya 2 años.
Ahora veo a Esther en consulta cada 6 meses. Cuándo la exploré ginecológicamente la primera vez tras finalizar el tratamiento oncológico, le dije que tendría que empezar a cuidar su vagina. La respuesta a dos sencillas preguntas confirmó lo que veía en la exploración. Esther comentó que desde que retomó de nuevo su actividad sexual, había notado que no lubricaba y le molestaban las relaciones sexuales. Desde ese momento, y tras un tiempo de “lucha”, al final se dio cuenta de la importancia que tiene la utilización de hidratantes vaginales para su bienestar sexual.
Es evidente que el bienestar vaginal condiciona la salud sexual de las mujeres. La presencia de síntomas como la sequedad vaginal altera el ciclo de respuesta sexual y la aparición de otros síntomas (dolor en las relaciones sexuales, disminución del deseo sexual, mala respuesta excitatoria y orgásmica.). Esta cascada de eventos conduce a una actividad sexual limitada y, muchas veces, insatisfactoria.
Además, la fuerte interrelación entre el tracto vaginal y el tracto urinario distal favorece el aumento de síntomas urinarios (aumento de la frecuencia, urgencia, incontinencia o infección postcoital).
A lo largo de la vida de la mujer una amplia variedad de condiciones tanto endógenas (ecosistema vaginal, estatus hormonal….), como exógenas (contaminación microbiana , relacionadas con el coito, menstruación o con la higiene, fármacos….), pueden desestabilizar el bienestar vaginal.
Como cualquier otro órgano sabemos que necesariamente sufrirá un deterioro. Los cumpleaños y el déficit de estrógenos son los principales factores negativos que van a influir en su deterioro pero existen otros factores que causan sequedad vaginal, Esther ya está en menopausia (déficit de estrógenos ) y además está tomado tamoxifeno por su cáncer de mama y uno de sus efectos secundarios es la sequedad vaginal.
El conocimiento de la existencia de factores de riesgo del deterioro de la salud vaginal, la identificación precoz de los signos y síntomas derivados, así como la sensibilización de los profesionales sobre la importancia del mantenimiento del trofismo genitourinario constituyen los tres pilares básicos para la prevención y tratamiento en cuestiones de salud vaginal.
En ausencia de contraindicaciones la utilización de estrógenos locales es el tratamiento de elección para estos síntomas debido a su relación causal con el déficit de estrógenos, pero Esther no puede utilizarlos debido a que están contraindicados en mujeres con cáncer de mama.
La utilización de preparados no hormonales, hidratantes vaginales y lubricantes, puede ser tan efectiva como los estrógenos, pero siempre que su uso sea regular y constante en el tiempo. Es el tratamiento más idóneo para Esther, así como para todas aquellas mujeres que no quieran utilizar tratamientos hormonales.
Preparados No Hormonales (Jabones, Lubricantes, Humectantes o Hidratantes)
Constituidos por agentes protectores (de base acuosa) y sustancias con efectos restauradores del epitelio urogenital.
El área genital es especialmente sensible y estos preparados requieren una serie de condiciones básicas:
– No interferir en la eliminación de los fluidos fisiológicos genitales
– Ser dermocompatibles con la piel y mucosa genital
– Refrescantes o hidratantes, no irritantes
– No alterar el ecosistema microbiano normal ( flora, función de barrera, pH ácido..)
– Propiedades organolépticas y galénicas adecuadas
Preparados de higiene genital : pueden contener sustancias calmantes ( extracto de manzanilla, avena, té de verdana, caléndula…), hidratantes como ácido láctico y propenglicol, regeneradoras y protectoras ( alantoina, pantenol…), antipruriginosos ( polidocanol ) o antibactericidas o antifungicas.
Lubricantes: de base acuosa son utilizados principalmente para aliviar la sequedad y reducir la fricción durante la actividad sexual y reducir la irritación genital y dispareunia
Hidratantes/Humectantes: polímeros hidrofilicos insolubles que retienen agua y reducen el pH vaginal. En definitiva, reemplazan las secreciones vaginales
Podemos decir que todas las mujeres llegaran a padecer, en mayor o menor grado, de algún signo o síntoma derivado de envejecimiento genitourinario ( atrofia genitourinaria) a lo largo de su vida a partir de la menopausia
Contado así parece que es un problema de salud sin trascendencia e inevitable.
Sin embargo si tiene importancia en términos de salud no solo desde un punto de vista cuantitativo (entorno al 50% a partir de la menopausia tiene sequedad, molestias genitourinarias y sexuales) sino también cualitativo (afectación de la función sexual, urológica y calidad de vida). Además sólo 1 de 4 mujeres con síntomas acude a consulta por este motivo.
Sigamos el ejemplo de Esther que ha sido consciente de ello