La Atrofia Vaginal no es un problema banal

Dra. Cármen Menéndez

Directora médica del Instituto Palacios

El bienestar vaginal, como cualquier otra área anatómica de nuestro organismo,  depende de su integridad anatómica y funcional. A lo largo de la vida de la mujer una amplia variedad de condiciones tanto endógenas (ecosistema vaginal, relacionadas con la etapa reproductiva o tras ella ….) como exógenas (contaminación microbiana , relacionadas con el coito, menstruación o con las higiene…. ) pueden desestabilizar dicha integridad.

El trofismo del epitelio vaginal (escamoso) depende fundamentalmente de la edad y de la etapa hormonal; la riqueza de receptores para las hormonas sexuales presentes en él (estrogénicos fundamentalmente) explica las modificaciones que sufre este epitelio según las variaciones de la función ovárica. Un ambiente estrogénico condiciona la cascada proliferativa y madurativa del epitelio escamoso en su máxima expresión (predominio del estrato intermedio y superficial, aumento en la producción de glucógeno , riqueza de lactobacilos, incremento de ácido láctico y acidificación del pH vaginal ). Este ambiente en su conjunto (estatus hormonal, el tipo de flora microbiana y el pH vaginal ) es la clave para hacer frente a las agresiones y, consecuentemente, del bienestar vaginal (1).

La edad, el déficit de estrógenos junto a  factores exógenos añadidos ( iatrogénicos, nuliparidad, ausencia de actividad sexual regular….) condicionan una serie de modificaciones anatómicas y funcionales (menor flujo vascular y reducción progresiva del número de receptores hormonales,  adelgazamiento de la mucosa vaginal (predominio de células parabasales y basales) y, consecuentemente, una pobre producción de glucógeno y pH alcalino, acortamiento de la vagina y pérdida de distensibilidad) que alteran el trofismo no sólo de la vagina  sino también del resto del aparato genital externo y del tracto urinario distal  y, consecuentemente, predisponen a la sequedad vaginal, atrofia genitourinaria, dispareunia  e infecciones vaginales.

El deterioro de la salud vaginal no es un problema banal debido a que puede condicionar un tremendo impacto en la calidad de vida de la mujer que lo sufre (personal, relaciones de pareja, social… )

El conocimiento de la existencia de factores de riesgo del deterioro de la salud vaginal, la identificación precoz de los signos y síntomas derivados del déficit de estrógenos así como la sensibilización de los profesionales de la importancia  del mantenimiento del trofismo genitourinario constituyen son las claves para su prevención y tratamiento.  Recomendaciones higiénicas, adecuada hidratación y lubricación así como acidificación del medio constituyen el primer escalón. Sin embargo, el tratamiento hormonal (estrógenos sistémicos o tópicos ) es la terapia más efectiva en la prevención y tratamiento de la sequedad y atrofia genital. La administración sistémica no esta aprobada exclusivamente para este fin ( disbalance perfil beneficio/riesgo), no así su administración tópica con dosis ultrabajas de estradiol o de estrógenos más débiles como el estriol o promeestrieno (óvulos, cremas, geles, anillos..), siempre que no exista contraindicación a los estrógenos (especialmente en cánceres hormonodependientes). La fisioterapia mecánica ( esferas intravaginales , dilatadores o vibradores…) es muy útil cuándo existe estrechez,  endurecimiento de la entrada de la vagina y pérdida importante de la distensibilidad de la paredes vaginales.