[:es]Rosario Castaño y Celia Arroyo protagonizan esta sección. Ambas son psicólogas y terapeutas relacionales, pero cada una pertenece a una generación distinta. Ambas intercambian su punto de vista sobre distintos aspectos de la actualidad femenina.
C.A.: Muchas personas cuando sufren se plantean la posibilidad de acudir a un psicólogo pero todavía se trata de un paso muy complicado de dar, creo que esto se debe a los mitos y la falta de información que hay en torno a qué es la psicoterapia ¿Qué debería hacer a una persona plantearse consultar con un psicoterapeuta?
R.C: Fundamentalmente el sufrimiento. Cuando una persona acude a consulta es porque se encuentra mal, bien sea con síntomas de ansiedad, tristeza, o cualquier síntoma físico que no tiene explicación médica. A veces sienten que han perdido capacidades que antes tenían, o se han despertado temores que les impiden seguir realizando su vida habitual.
C.A.: Muchas personas se preguntan en qué consiste una psicoterapia y a veces es complicado contestarles a esta pregunta, porque depende mucho del enfoque, hay muchos tipos de psicoterapias. Yo suelo decir a mis pacientes que “la psicoterapia es una experiencia compartida por dos personas, paciente y psicoterapeuta, que trabajan conjuntamente para afrontar una situación de sufrimiento”, pero supongo que si preguntara a un colega de otra orientación la respuesta sería distinta. Como vicepresidenta del Instituto de Psicoterapia Relacional, ¿podrías explicarnos en qué consiste la psicoterapia psicoanalítica relacional?
R.C.: El método de psicoterapia relacional, es un método dinámico que pone a disposición del paciente un espacio íntimo en el que poder expresar emociones y sentimientos que le ayudarán a ver cómo se relaciona consigo mismo y como lo hace con su entorno, es muy importante el pasado, conocer cómo fue su infancia y adolescencia porque necesitamos saber de dónde venimos, situarnos en el contexto de nuestra historia. Pero también es importante el presente, qué piensa el paciente sobre lo que hace, qué dice que hace, qué hace en realidad y qué podría hacer. Es un error pensar que en la psicoterapia sólo interesa hablar de las experiencias y los traumas pasados, porque el presente y las expectativas sobre el futuro son fundamentales para conocerse mejor y descubrir los recursos que pueden ayudarnos a salir de una situación de sufrimiento.
C.A.: Cuando la gente piensa en el psicoanálisis, enseguida imagina un diván, con un psicoanalista detrás que anota en silencio lo que dice el paciente y que interviene para hacer comentarios sobre su infancia. Esta es una viñeta del psicoanálisis clásico ¿Qué diferencia hay entre el método clásico y la psicoterapia psicoanalítica relacional?
R.C.: La psicoterapia psicoanalítica relacional es un método de trabajo donde lo que prima es la relación paciente-terapeuta, en la que no se trata tanto de hacer consciente lo inconsciente, como de conocerse mejor; y este conocerse mejor tiene lugar en dos planos, a nivel de la intimidad con uno mismo: nuestros miedos, fantasías, deseos, limitaciones, potencialidades y recursos. Y a nivel relacional, es fundamental comprender cómo nos relacionamos con nuestro entorno, en nuestras relaciones familiares, amorosas, de amistad, laborales, etc. Mientras que en el psicoanálisis clásico prima la interpretación como herramienta de cambio, en la terapia relacional se entiende que el encuentro con el terapeuta es el elemento transformador del psiquismo.
C.A.: ¿Qué tipo de problemas se tratan a través de la psicoterapia?
R.C.: Quiero hacer una puntualización, porque planteas la pregunta como suelen hacerlo las personas que no son terapeutas, y ya sé que lo haces para que podamos aclarar ciertos mitos. En psicoterapia no se tratan los problemas sino a las personas que los padecen. Hay tantos motivos o síntomas como personas, pero para que el lector nos entienda podemos poner algunos ejemplos como es el caso de depresiones, estrés, estados de ansiedad, ataques de pánico, angustia, adicciones o crisis vitales.
C.A.: ¿A qué te refieres cuándo hablas de crisis vitales?
R.C.: A veces hay situaciones vitales que desestabilizan el psiquismo, desencadenando sufrimiento y sensación de pérdida del control. Algunos ejemplos son el comienzo de las relaciones de pareja o la ruptura de la misma, el embarazo, el nacimiento de los hijos, la menopausia, los cambios en la carrera profesional, el diagnóstico de una enfermedad, etc.
C.A.: Una de las cosas que preguntan mucho mis pacientes es si la psicoterapia cura. Es una pregunta difícil de contestar porque se formula desde una perspectiva médica y desde la fantasía de que el médico puede curar todas las enfermedades, en todas las personas o en el caso de que no pueda hacerlo, puede decir desde el principio “esto no se cura”. Y si reflexionamos sobre esta fantasía, la medicina no es una ciencia absolutamente exacta, no todas las enfermedades se curan, no todos los pacientes con la misma enfermedad tienen el mismo pronóstico y muchas veces el médico tiene que probar distintos tratamientos para curar o para conseguir una mejoría en la calidad de vida. Creo que con la psicología pasa lo mismo, así que no te voy a preguntar si la psicoterapia cura pero sí ¿Qué cambios podemos esperar de la psicoterapia?
R.C.: Efectivamente los pacientes preguntan si se van a curar y como dices nuestra primera tarea como terapeutas es ajustar expectativas, orientarles a pensar en los cambios que pueden efectuar en su vida de manera realista. La psicoterapia es un medio para aprender el arte de vivir, no se trata de curar el síntoma sino de una transformación más global, el paciente suele enfocarse en el síntoma y su objetivo es curarse de ese síntoma que le hace la vida imposible, hacerlo desaparecer, pero eso lo conseguirá si aprende más sobre sus mecanismos de defensa, sobre sus miedos y sus obsesiones. No olvidemos que los síntomas surgen porque nos están avisando de algo y además, la mayoría de las veces, son los que nos ayudan a seguir adelante a pesar del sufrimiento, no se quitan de repente, se necesita todo un proceso que ayude a dar sentido a lo que está ocurriendo en la vida del paciente.
La psicoterapia produce cambios a nivel de las conexiones neuronales y esto se traduce en cambios en nuestra manera de sentir, de pensar, de actuar y de relacionarnos con nosotros mismos y con los demás. Estos cambios se notan en la forma en que la persona se sitúa en su mundo, en el sentido que le da a su vida y a todo lo que hace, en valorarse más y sentir que su vida puede ser más creativa de lo que ha sido hasta entonces.
C.A.: Eso que has dicho de que el síntoma es un mecanismo de defensa que nos ayuda a seguir adelante aunque nos haga sufrir. ¿Podrías explicarlo mejor?
R.C.: Sí, siguiendo con las metáforas médicas, pensemos en una contractura muscular, todos hemos tenido alguna vez una contractura y es algo muy doloroso y molesto, pero es un mecanismo de defensa. El músculo se contrae para proteger otras estructuras, como si creara un caparazón, o para compensar una mala postura, pues con el síntoma psíquico sucede lo mismo. Para que el síntoma desaparezca o disminuya tenemos que trabajar primero en qué lo está originando, de qué nos protege.
C.A.: Hay mucha gente que se anuncia como terapeuta ¿Qué requisitos deberíamos tener en cuenta a la hora de escoger un profesional?
R.C.: Un psicoterapeuta tiene que tener una formación adecuada y especifica en psicoterapia. Antes de iniciar una psicoterapia es importante informarse de la escuela a la que pertenece la persona que hemos escogido y de la formación que tiene porque no todos los métodos son iguales.
Para estar seguros de que el profesional que escogemos está cualificado podemos recurrir a la Federación Nacional de Psicoterapeutas y si buscamos un terapeuta de orientación psicoanalista a la Sección de Psicoterapias Psicoanalíticas, de la que actualmente soy presidenta. Estos organismos tienen unas normas muy estrictas que el profesional tiene que cumplir para obtener el título de psicoterapeuta.[:]