MENOPAUSIA EN EL 2011. QUÉ DICEN LOS EXPERTOS

Dr. Santiago Palacios. Director del Instituto Palacios de Salud y Medicina de la Mujer. Madrid.

La menopausia es una condición natural que marca el fin del periodo fértil de una mujer. Alrededor de los 50 años, la cantidad de hormonas sexuales que producen los ovarios comienza a descender, dando pie a la etapa llamada climaterio, que se caracteriza por la alteración de los ciclos menstruales como consecuencia de la bajada hormonal. En determinado momento, la menstruación desaparece y llega la menopausia. Se considera que una mujer ha llegado a la menopausia cuando no ha tenido menstruación por un periodo de 12 meses consecutivos.

A esta disminución hormonal se suma un agravante que no debe ser ignorado: el cuerpo de la mujer está acostumbrado a la presencia de estas hormonas, con las que ha vivido unos cuarenta años, de manera que su desaparición del torrente sanguíneo produce un auténtico síndrome de privación (o “mono”) similar al que puede sufrir un fumador que deja de fumar, si bien en algunas mujeres es más intenso que en otras. Además, es importante hacer notar que estas hormonas no sólo regulan su ciclo menstrual, sino que interactúan con todo el organismo femenino. Es por esta razón que la bajada hormonal repercute en distintas áreas.

Aunque la menopausia implique un proceso orgánico que no se puede ignorar, se trata de una condición fisiológica absolutamente normal en la vida de una mujer y, por ello, no debe enfocarse como un proceso tremendo que altera la rutina y tranquilidad de la mujer y su familia. Adoptando y manteniendo unos hábitos de vida saludables podrás tener una madurez sana y llena de vitalidad. ¡Sé una protagonista activa del cuidado de tu salud!

La menopausia en cifras

Según las estimaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS), en el año 2030 más de un billón de mujeres en todo el mundo tendrán más de 50 años. En España hay más de 22 millones de mujeres y, según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), la esperanza de vida de las mujeres en nuestro país se sitúa en 82,9 años y se calcula que alcanzará 85,1 años en el año 2020. De ellas, más de 8 millones tienen 50 años o más (edad media de la menopausia). Además, se estima que más del 85% de las mujeres españolas sufre algún deterioro en su calidad de vida después de la menopausia, siendo este deterioro importante en un 20% de las mujeres, o lo que es lo mismo, en 1,5 millones de mujeres.

Ante estas cifras, los expertos queremos transmitir a la población, especialmente a las mujeres, que los trastornos de la menopausia se pueden prevenir y tratar, y para ello es de suma importancia que la mujer esté bien informada. El día 18 de octubre es el Día Mundial de la Menopausia, impulsado por la Sociedad Internacional de Menopausia (IMS) y la Organización Mundial de la Salud.  El lema este año, va dirigido a los sofocos. El principal reto de este Día Mundial es sensibilizar a la población general, especialmente a la mujer, sobre los problemas asociados a la menopausia, en esta ocasión los sofocos y sus consecuencias, asi como la posibilidad de tratarlos. Los consejos para pasar esta etapa son

  1. Menopausia, una etapa más de la vida

En España, la mujer tiene una esperanza de vida que le permite vivir más de 25-30 años tras la menopausia. Se trata de una etapa más de la vida y, como tal, debe ser plena desde el punto de vista social, laboral y personal. La mejor forma de conseguirlo es, además de adoptando hábitos de vida saludables, sintiéndote útil y teniendo una vida activa.

  1. Información y formación

Debes participar de forma activa en el manejo de tu salud, también tras la menopausia. Para ello, procura conseguir amplia información sobre los trastornos asociados a esta etapa de la vida, tratamientos disponibles, etc. y elegir de forma individualizada, con el asesoramiento de tu ginecólogo, las opciones terapéuticas más útiles, en caso de que sean necesarias.

Asimismo, es fundamental que recibas la formación adecuada en cuanto a los hábitos de vida saludables que debes adoptar.

  1. Detección y tratamiento precoces

Para favorecer el control de todo el proceso de envejecimiento y la madurez saludable, es necesaria la detección y tratamiento precoces de aquellos trastornos más frecuentes asociados a la menopausia: enfermedad cardiovascular, cáncer de mama y osteoporosis. Para ello, debes acudir a tu ginecólogo para que realice tu historia clínica, además de exploraciones ginecológicas y pruebas diagnósticas en caso de sospecha.

Además, para paliar los síntomas climatéricos de las mujeres afectadas, como los sofocos, y mejorar su calidad de vida, el especialista valorará en cada caso la indicación de terapia hormonal.

  1. Peligro: osteoporosis

Se estima que en España 2 millones de mujeres padecen osteoporosis, una enfermedad que se caracteriza por el debilitamiento progresivo de los huesos. La menopausia es uno de los principales factores de riesgo de la osteoporosis, ya que la pérdida ósea se acelera por la disminución de los niveles de estrógeno asociados con esta etapa.

Si no se detecta y trata adecuadamente, se eleva de forma importante el peligro de que los huesos se fracturen. De hecho, una de cada dos mujeres mayores de 50 años puede sufrir una fractura ósea y una de cada tres con más de 80 sufrirá una fractura de cadera debido a la enfermedad.

  1. Diagnóstico precoz: densitometría ósea

El diagnóstico de la osteoporosis se lleva a cabo mediante la realización de una densitometría ósea, prueba sencilla y no dolorosa, que dura unos 7 minutos y que aporta la configuración de la masa ósea de la paciente. A este respecto, si eres mayor de 65 años, o menor de esta edad pero con algún factor de riesgo, deberían realizarte una densitometría ósea.

  1. Factores de riesgo

Además de los factores de riesgo sobre los que no se puede intervenir, como la edad, los antecedentes familiares, ser mujer y el tipo de raza (la raza blanca es la que mayor índice de riesgo tiene, seguida de la amarilla y la negra), existen otros que sí son evitables, como el tabaquismo, el consumo de alcohol, el bajo peso o la toma deficitaria de calcio y vitamina D. Además, el consumo habitual de determinados medicamentos, como corticoides u hormonas tiroideas, aumenta la pérdida de hueso en aquellas personas que los toman.

  1. La alimentación: fundamental

Adoptar una alimentación sana, variada y equilibrada es fundamental para evitar y/ o retrasar la aparición de osteoporosis. En esta alimentación, el calcio y la vitamina D son especialmente importantes para la salud ósea. Debes, por tanto, consumir abundante leche y productos lácteos y evitar la ingesta excesiva de café y colas.

  1. Ejercicio físico

Además de la osteoporosis, realizar ejercicio físico de forma continuada es beneficioso para retrasar o evitar otras enfermedades, así como para el bienestar general. En el caso de este trastorno óseo, se debe realizar ejercicio físico aeróbico de forma moderada y continuada, por ejemplo, pasear durante una hora diariamente.

  1. Prevención de las caídas

Además de las medidas de prevención y la detección y tratamiento precoces, es fundamental prevenir las caídas que pueden originar una fractura ósea. En este sentido, el riesgo de caídas aumenta con la edad y la mayoría de ellas se producen en los hogares. Por ello, es fundamental que se disminuya el riesgo de las mismas evitando las escaleras peligrosas, una mala iluminación, las alfombras deslizantes, los obstáculos, etc.

  1. Tratamiento

En la actualidad, existe una gran variedad de terapias farmacológicas para tratar la osteoporosis y reducir al mínimo el riesgo de fractura, deteniendo la pérdida de masa ósea y, en la medida de lo posible, regenerando el hueso. El ginecólogo, de acuerdo con la opinión de cada mujer, debe seleccionar e individualizar el mejor tratamiento.