[:es]Rosario Castaño y Celia Arroyo protagonizan esta sección. Ambas son psicólogas y terapeutas relacionales, pero cada una pertenece a una generación distinta. Ambas intercambian su punto de vista sobre distintos aspectos de la actualidad femenina.
C.A.: Cada vez hay más gente que recurre a la psicoterapia para afrontar una situación de sufrimiento psíquico, sin embargo sigue habiendo muchos mitos y tabúes al respecto ¿Cuáles crees que son los principales mitos sobre la psicoterapia?
R.C.: Hay muchos mitos, probablemente el que más daño nos hace es el que relaciona a las personas que acuden a psicoterapia con gente rara o enfermos mentales. También está la idea de que la terapia es un método muy largo, de muchos años. Otro mito es el de que el psicólogo sólo escucha, o el de que no está comprobado que la psicoterapia sea un método eficaz. También hay falsas creencias en torno a la edad, se tiende a pensar que sólo pueden beneficiarse de la psicoterapia las personas jóvenes
C.A.: ¿De dónde crees que proviene el mito de que la gente que va a psicoterapia es gente rara o está loca?
R.C.: Los estigmas en torno a la salud mental han existido siempre, ten en cuenta que las enfermedades mentales han estado asociadas en el pasado a posesiones demoníacas, a cosas de brujería y de gente fuera de la ley, de personas que no se adaptaban a lo establecido socialmente y por lo tanto se les consideraba marginales.
Ahora vivimos en un mundo donde los medios de comunicación y las redes sociales venden una imagen de felicidad, así que a muchas personas les cuesta confesar que sufren, porque aparentemente los demás son muy felices. El sufrimiento es tan humano como la felicidad y no podemos ni debemos rechazarlo. Las personas que van a psicoterapia no están locas ni son gente rara, afortunadamente, este mito va perdiendo fuerza.
C.A.: Estoy completamente de acuerdo contigo y creo que el hecho de que algunos personajes famosos hayan hablado públicamente sobre su experiencia con la psicoterapia está ayudando a cambiar este mito. El hecho de que personas como Rafa Nadal o Alejandro Sanz hayan hablado de cómo la psicoterapia les ayudó en un momento difícil de su vida contribuye a romper los estigmas. La semana pasada el príncipe Harry de Inglaterra concedía una entrevista al Daily Telegraph, explicando cómo había estado bloqueando durante años sus emociones en relación a la muerte de su madre hasta que estuvo al borde de una crisis nerviosa. Finalmente tras dos años de psicoterapia, el príncipe ha podido recuperar su estabilidad emocional. Hay muchos ejemplos pero estos me parecen importantes porque a los hombres les cuesta más consultar con un terapeuta. ¿No crees?
R.C.: Sí, sabemos que la tasa de depresión es mayor en mujeres que en hombres, pero este dato probablemente está sesgado porque mientras que las mujeres suelen pedir ayuda, los hombres no. Es probable que las tasas de depresión en hombres sean mucho mayores de las que reflejan las estadísticas porque la tasa de suicidios es mucho mayor en hombres que en mujeres y eso puede deberse a su dificultad para pedir ayuda psicológica.
C.A.: ¿Qué nos puedes decir en relación a la duración de la psicoterapia?
R.C.: El mito de que la psicoterapia es un método largo que requiere años y varias sesiones semanales viene de la idea del psicoanálisis clásico y el diván, que sí era de verdad un método excesivamente largo. Este mito se ha perpetuado porque el cine lo emplea mucho, piensa en las películas de Woody Allen, por ejemplo. Pero hoy por hoy, cuando hablamos de psicoterapia psicoanalítica relacional o psicoterapias dinámicas no estamos hablando de un método largo.
C.A.: También nos encontramos con el mito inverso, personas que acuden a la consulta y quieren resolver su problema en tres sesiones, eso es como llegar al gimnasio y pedirle al entrenador que tu cuerpo cambie en tres semanas ¿Qué crees que serían unas expectativas realistas en la duración de un proceso psicoterapéutico?
R.C.: Efectivamente una terapia necesita tiempo para que funcione, entre otras cosas porque las conexiones neuronales tardan en modificarse. Se considera que una terapia breve dura un año y una larga un máximo de tres años, la periodicidad habitual es de una vez por semana.
C.A.: ¿Se puede ir a terapia a cualquier edad?
R.C.: Por supuesto, para el inicio de una psicoterapia no hay límite de edad porque, según demuestran las investigaciones neurológicas, las personas pueden experimentar cambios a cualquier edad.
C.A.: ¿Y qué me dices de eso de que para que me escuche un psicólogo ya se lo cuento a un amigo?
R.C.: Hablar con los amigos de nuestros sentimientos siempre es bueno pero en ningún caso sustituye una psicoterapia. Hay numerosos estudios que demuestran la eficacia de la psicoterapia, los avances en neurociencia, el descubrimiento de las neuronas en espejo están cada vez dando más soporte científico a los procesos de cambio que ya sabemos que se producen en el ámbito de la psicoterapia.
C.A.: A mí me hace mucha gracia cuando oigo eso de que el psicólogo sólo escucha, no sólo porque no es cierto sino porque parece que infravalora la escucha. Escuchar no es fácil, escuchar al otro sin juzgar y sin la omnipotencia de decirle lo que debe hacer es una de las tareas más complicadas que debe aprender un psicoterapeuta.
Totalmente de acuerdo contigo, el arte de escuchar es uno de los aspectos más interesantes en la formación de un psicoterapeuta, aunque no el único. En la formación en psicoterapia psicoanalítica hay varios apartados, tanto teóricos como prácticos que exigen esfuerzo y dedicación y que garantizan un trabajo psicoterapéutico de calidad, por eso es conveniente buscar la mejor información relativa a los tratamientos más adecuados y a los profesionales.
http://www.psicoterapiaspsicoanaliticasfeap.info/
Estos links pertenecen a la Federación Española de Asociaciones de Psicoterapeutas y la Sección de Psicoterapias psicoanalíticas de dicha federación.[:]