Nuevos avances en menopausia

Dr. Santiago Palacios. Director del Instituto Palacios de Salud y Medicina de la Mujer. Revista MG. Madrid. España.

Cada día, las ciencias médicas experimentan una importante evolución. En el campo concreto de la menopausia, el objetivo principal de estos avances es mejorar la salud de la mujer climatérica en el mundo y valorar las nuevas estrategias terapéuticas destinadas a optimizar la calidad de vida femenina en los próximos años. La mujer debe participar de forma activa en su salud y, entre otras acciones, resulta de gran importancia conseguir información sobre los nuevos tratamientos disponibles. Para ello, a continuación os exponemos los más importantes:

Dosis bajas y ultrabajas

Con la terapia hormonal tratamos los síntomas del inicio del climaterio y mejoramos en gran medida la calidad de vida de la mujer. Esta terapia se conoce desde principios de los años 40 y desde entonces se han mejorado notablemente los tratamientos, basándose principalmente en minimizar sus efectos no deseados, pero manteniendo la eficacia. Así, se han disminuido las cantidades de estrógenos y se ha desarrollado una nueva generación de medicamentos con dosis bajas y ultrabajas. Las dosis bajas consisten en la mitad de la dosis convencional, mientras que las dosis ultrabajas corresponden a la cuarta parte. También se han ampliado las vías de administración (cremas o geles, parches y en forma de spray nasal)  y se utilizan nuevos progestágenos que no modifican el perfil cardiovascular.

La efectividad de esta nueva generación de terapia hormonal puede medirse evaluando la capacidad de la dosis para aliviar los sofocos y la atrofia urogenital, así como para preservar la densidad mineral de los huesos.

Hoy en día también se ha dado un gran paso hacia delante en cuanto a la individualización. El tratamiento hormonal debe diseñarse específicamente para cada paciente, de acuerdo a los síntomas (sofocos, alteraciones del sueño, cambios en el ánimo, etc.), la necesidad de prevención, el nivel de insuficiencia hormonal (se mide a través de estudios bioquímicos), la etapa por la que esté atravesando la mujer (perimenopausia, postmenopausia, etc) y los antecedentes personales y familiares, así como teniendo en cuenta sus preferencias y expectativas. El médico debe mantener bien informada a la paciente y realizará una estimación objetiva de beneficios y riesgos en cada caso

Nuevos SERMs

La discusión permanente sobre el riesgo de cáncer mamario en mujeres que recibían terapia hormonal durante la menopausia, propició que se desarrollaran nuevos compuestos, denominados SERMS. Los moduladores selectivos de los receptores estrogénicos (SERMs, de las siglas en inglés) son una clase de compuestos que tienen como objetivo mantener los efectos beneficiosos de la terapia hormonal sobre el tejido óseo y cardiovascular, pero no sus efectos estimulantes sobre mama y útero.

¿Cómo se consigue que estos compuestos afecten a ciertos tejidos y no a otros? Para entender mejor este funcionamiento selectivo, partiremos de la base de que en el organismo los tejidos pueden responder a la acción de los estrógenos. Los SERMs actúan como agonistas (permiten la acción de los estrógenos) en el hueso y sobre el metabolismo del colesterol (descenso en el colesterol total y el LDL o “colesterol malo”), pero tienen un efecto antiagonista (bloquean la acción de los estrógenos) en los tejidos uterino y mamario. De esta forma inhiben la pérdida de hueso asociada al déficit de estrógenos, al mismo tiempo que previenen el desarrollo de colesterolemias, sin aumentar el riesgo de cáncer de útero o de mama.

El primer SERM, denominado tamoxifeno, se ha utilizado desde hace unos 30 años para disminuir el peligro de cáncer de mama invasivo en mujeres de alto riesgo, además de como terapia de mantenimiento para las mujeres que fueron tratadas con cirugía, radiación o quimioterapia por un cáncer de mama en estadio temprano, disminuyendo el riesgo de recurrencia. De manera fortuita se descubrió que las pacientes que recibían tamoxifeno no presentaban osteoporosis. Surgió así el raloxifeno, un compuesto todavía más eficaz  para prevenir la pérdida de hueso (previene efectivamente las fracturas vertebrales y no vertebrales, tanto primarias como recurrentes) y que, además, reduce el riesgo de desarrollar tumores endometriales. Debido a su efecto protector sobre la mama se puede prescribir a largo plazo, si bien hay que considerar que su actividad antiestrogénica no corrige la atrofia de la mucosa vaginal.

Actualmente se están estudiando nuevos SERMs, como el basedoxifeno, el arzoxifeno y el lasofoxifeno

Tratamientos para la sequedad vaginal

La sequedad vaginal se produce como consecuencia de una disminución en la cantidad de fluidos producidos en la vagina. Esta sequedad puede provocar malestar (picores, irritación y sensación de quemazón en la zona genital), además de dispaurenia o dolor en las relaciones sexuales. La falta de lubricación puede estar motivada por causas orgánicas o por causas psíquicas.

Desde el punto de vista orgánico, hay que tener en cuenta que los fluidos vaginales varían siguiendo la fluctuación de las hormonas y la sequedad vaginal se produce en los momentos en los que los niveles de estrógeno están más bajos: durante la menstruación o el embarazo, después del parto y en el período de lactancia. Sin embargo, cuando los niveles hormonales vuelven a la normalidad, el problema desaparece. Pero es en la menopausia, al cesar la función ovárica y disminuir de forma marcada los niveles de estrógenos, cuando un porcentaje alto de mujeres manifiestan una pérdida de la humedad vaginal.

Actualmente existen en el mercado, además de los lubricantes locales, nuevos productos que ayudan a mejorar los niveles de hidratación de la vagina:

  • Geles o lubricantes vaginales: los nuevos productos existentes en el mercado tienen principios activos que desarrollan una acción hidratante y lubricante muy similares a la mucosa vaginal, teniendo además un efecto más duradero.
  • Gel de isoflavonas: tienen una acción dual: por un lado contiene isoflavonas agliconas, las únicas que se absorben por la mucosa vaginal, y por otro ácido hialurónico, sustancia con excelentes propiedades hidratantes y humectantes.
  • Comprimidos vaginales de estrógenos: se colocan directamente en la vagina y alivian los síntomas de la vaginitis atrófica, reduciendo los efectos adversos. Hay que tener en cuenta que los productos que se aplican vaginalmente actúan mejor si se utilizan antes de acostarse.
  • Terapia hormonal: como ya hemos comentado anteriormente en esta revista, la terapia hormonal de forma oral, en parches, cremas y supositorios vaginales resultan también eficaces para el tratamiento de la sequedad vaginal.

Como veis, existen múltiples opciones para tratar los síntomas de la menopausia. ¡Consulta con tu especialista!