Perder peso después de las vacaciones: trucos para empezar una dieta

Dª Mariana Álvarez

Responsable de Nutrición del Instituto Palacios

Mariana, hay personas que después de sus vacaciones vuelven con algún kilo de más y enseguida recuperan su peso habitual, sin embargo, a otras les resulta una tarea durísima y no solo no encuentran la manera de perder ese sobrepeso, sino que incluso pueden llegar a la obesidad. A muchas pacientes les resulta muy complicado empezar una dieta, aunque una vez empezada se sienten más seguras y continúan con el tratamiento. ¿Hay algún truco que nos pueda ayudar a iniciar una dieta efectiva?

Bueno, yo creo que lo primero que hay que pensar es que no debemos empezar una “dieta” porque eso ya nos predispone a tomarlo como algo temporal y sé que suena raro que una nutricionista diga que no hay que hacer dieta, pero lo que tenemos que hacer, son cambios en nuestro estilo de vida, que sean sostenibles y que podamos mantenerlos en el tiempo, ya que eso es lo único que nos permitirá mantener un peso saludable aún estando de vacaciones.

¿Qué alimentos se suelen prohibir al comienzo de un tratamiento de adelgazamiento?

En mi caso, intento no utilizar el término “prohibido” porque es una palabra que puede despertar aún más el deseo por un alimento. Cuando hacemos educación alimentaria, hablamos de alimentos saludables y alimentos superfluos que son aquellos que nutricionalmente nos aportan muy poco, entonces, trabajamos  la frecuencia de consumo de unos y otros involucrando al paciente en el proceso para que sus elecciones sean más acertadas, más saludables y de esa manera podamos ir consiguiendo objetivos

¿Eres partidaria de pesar los alimentos, de tener en cuenta las raciones o piensas que es mejor no tener en cuenta ninguna de las dos opciones?

Pesar es una buena opción siempre y cuando al paciente no le genere una dificultad, un problema, como siempre escuchamos al paciente, intentamos adaptarnos a lo que mejor le resulte porque de eso depende mucho el éxito del tratamiento. Si una persona no quiere o no puede pesar el alimento, manejamos medidas caseras estándar con las que se trabaja estupendamente. Pero sí que es importante marcar una pauta de cantidades que se hace de diferente forma según la persona que tenemos delante.

¿En un tratamiento para pérdida de peso influye la edad, el estilo de vida y los gustos personales?

No solo influye, sino que además lo condiciona, tenemos que ajustar el tratamiento a esas características, es una de las claves para que sea sostenible y se pueda mantener en el tiempo. Si no está adaptado, tiende al fracaso, definitivamente.

Sabemos que cada persona es un caso único, sin embargo nos gustaría saber cuánto tiempo se necesita para ver los primeros resultados, cuánto peso se debería perder por semanas o meses.

La comunidad científica, tanto nacional, como internacional, dictamina que para una pérdida de peso sea saludable, debe ser de entre 0,5 y 1 kg por semana, no obstante, como tú bien dices, cada caso es único y el éxito no debe centrarse sólo en la pérdida de peso total, la pérdida de grasa corporal y la adquisición de hábitos saludables son indicadores de que vamos por buen camino.

Parece que las mujeres a partir de los 50 años, o de la menopausia tenemos más tendencia a acumular grasa localizada, y también a ganar peso ¿qué aconsejas en estos casos desde el punto de vista de la alimentación diaria? ¿tenemos que hacer algo especial al respecto?

Efectivamente, por una cuestión de cambios hormonales típicos de esta etapa, se tiende a acumular más la grasa que se suele localizar sobre todo a nivel abdominal. El consejo desde el punto de vista de la alimentación sería aumentar el consumo de alimentos de origen vegetal por su aporte de fibra y fitoestrógenos. Elegir como fuente de proteínas carnes magras o proteína vegetal (legumbre, frutos secos, etc) asegurarse de que haya buen aporte de calcio, magnesio y vitamina D por su participación en la salud ósea incorporando lácteos, pescados azules, alimentos enriquecidos y vegetales de hoja verde y prestar atención al aporte de grasas eligiendo las fuentes más saludables como la que provienen del aceite de oliva, el aguacate, las semillas, etc. Siempre que sea posible, ponerse en manos de un especialista que pueda evaluar cada situación de manera particular pautar recomendaciones sin olvidarnos del ejercicio físico,  que hay que practicarlo de manera regular puesto que contribuye al mantenimiento, la pérdida de peso, la salud de los huesos y el estado anímico y emocional. Pero si quieres este tema lo vemos más detalladamente en otro post.